SESIÓN 16: ¿ A QUÉ SABE LA lUNA?

      ¿Quién no ha soñado alguna vez con darle un mordisco a la luna? Este es precisamente el deseo de los animales de este cuento.

      “Hacía mucho tiempo que los animales deseaban averiguar a qué sabía la luna. ¿Sería dulce o salada? Por las noches, miraban ansiosos hacia el cielo. Se estiraban e intentaban cogerla, alargando el cuello, las piernas y los brazos. Tan solo querían probar un pedacito pero, por más que se estiraban, no eran capaces de tocarla. Entonces, la tortuga tuvo una genial idea… ’’Si te subes a mi espalda, tal vez lleguemos a la luna’’, le dijo al elefante. Y así empezó esta enorme torre de animales, con la tortuga, el elefante, la jirafa, la cebra, el león, el zorro, el mono y el ratón, unos sobre otros, intentando alcanzar la luna"

      A  medio camino entre la fábula y la leyenda, este relato le ofrece al lector y al oyente  una poética moraleja que habla de generosidad, solidaridad y sueños compartidos; con una pizca de humor, la que aporta una luna sonriente, burlona y un poco saltarina. Nos enseña que la unión hace la fuerza y que no hay empresas difíciles que no se pueden alcanzar si no colaboramos y trabajamos juntos por el bien común. También se destaca el valor de la diferencia y el respeto debido a quien no presenta características comunes.
       ¿A qué sabe la luna? es una fábula sobre la cooperación, sobre las ventajas que puede ofrecer ser insignificante en tamaño y apariencia. Como muchos cuentos tradicionales, tiene una estructura repetitiva y acumulativa perfecta para enganchar a los oídos de los más pequeños.
                               Aquí os dejamos las fotos de la sesión de esta tarde:

                       

Las cuentistas de esta tarde:

Escuchando el cuento:

Haciendo nuestra luna: