Y comenzamos con La tortuga que quería dormir:
"La tortuga tiene mucho sueño y va a dormir todo el invierno,. Pero cuando ya está en la cama, después de cumplir con el ritual de irse a dormir ( cepillarse los dientes, ponerse el camisón, colocar las sábanas....) alguien llama a la puerta. Son sus amigos que van llegando con regalos ( un gorro, una tarta de queso, una manta....) para acompañarla antes del largo periodo de sueño que está a punto de empezar. Pero la tortuga, aunque agradece las atenciones, lo único que quiere es que la dejen tranquila".
Esta historia es un claro ejemplo de cuento acumulatívo: partiendo de un personaje o acción inicial se van añadiendo elementos que, encadenados, formarán el cuento. Este tipo de cuentos, de narración simple y con la repetición de frases, escenas.... favorecen la memorización por parte de los niños. También lo favorece que los protagonistas suelen ser animales u objetos personificados, haciendo que los más pequeños se interesen por la historia .
Un cuento para leer, para escuchar, para jugar con las rimas. Un cuento para acostarnos, para intentar dormir, Y un buen recurso para trabajar los hábitos a realizar cada noche antes de dormir de una forma lúdica y divertida.
Una historia para entender el momento de dormir como algo agradable y completar el ritual antes de dejarse vencer por el sueño.
Terminamos la tarde haciendo un marcapáginas y celebrando así el Día del Libro.
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